domingo, marzo 01, 2009

En Chiclana

Dejo aquí testimonio del pesar por la obligada y definitiva ausencia de nuestro querido Manolo Verdugo: Sera quidem tanto struitur medicina dolori.



Un mal paso (Un microrrelato sin pretensiones)

Cuando ella se sentó frente a él, sólo tuvo que bajar la mirada hasta su boca para que la incontenible mueca de asco de la mujer le confirmara lo que ya sabía desde que entró. El insorportable hedor de excremento de perro que subía desde su zapato había estropeado irremediablemente la cita amorosa más esperada de toda su vida.

El gorrión cojo de La Chiclanera

Cual para el buen tenista cada bola

con volea de golpe delicado.

Como vallas el atleta esforzado

va saltando sutil a mil por hora.

Como el respingo plata de las olas

acaricia la orilla en el verano,

migajas de un mínimo pan tirado

el gorrión picoteaba sin demora.

Soñaba la fortuna de estar vivo

el pájaro hace apenas un minuto

y ahora es dueño solo de su gloria.

Dicha inmensa de un mínimo destino

que mimara la vida sin futuro,

y que a la muerte enfrenta su victoria.

Un faisán en Eufratelli

Cabe el mar apacible

de la noche lunera,

carne y vino.

Si envuelto en aromas

de húmedo lecho marino

se hace el aire esta noche,

aquí respira mi plato pura tierra

del colorín de un faisán

de brezo y romero.

Carne oscura que abriga

la soledad y el desconsuelo

del caminante y reclama

el perfume de otra tierra

que se hizo vino

en una bodega del Duero.

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